El evento, que contó con la colaboración de profesionales de diversas áreas del hospital, se llevó a cabo con un espíritu de solidaridad y amor por los más pequeños de la comunidad.

Los niños, vestidos con sus disfraces favoritos, disfrutaron de actividades, desde juegos y regalos hasta presentaciones llenas de magia y risas.

La celebración fue un testimonio de la resiliencia y la fuerza de los niños que enfrentan desafíos de salud, así como un recordatorio de que la solidaridad y la empatía pueden marcar la diferencia en la vida de quienes más lo necesitan.

El Hospital Departamental Tomás Uribe Uribe de Tuluá se transformó en un mundo de ensueño lleno de coloridos regalos y personajes de cuento para brindar una celebración inolvidable a los pequeños pacientes de la UCI Pediátrica y las Aulas Hospitalarias de Pediatría.

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