«La Casa Rosa es muy valiosa, determinante, porque son mecanismos que nos van a jugar alivianar las situaciones complejas que se dan en las usuarias y en las víctimas del tema de violencia sexual frente al acceso, la oportunidad de la atención y el acompañamiento pertinente frente a la ruta», destacó Johanna Patricia Lugo Riascos.

Aunque no se proporcionaron cifras exactas sobre la violencia sexual en Tuluá, se subrayó que las condiciones de violencia sexual han ido enmarcándose de manera progresiva a través de los años. «Es a lo que tenemos que apuntarle para que empiece a decrecer», afirmó la funcionaria.

La única Casa Rosa en la región se encuentra en el hospital departamental Tomás Uribe Uribe, y desde la Secretaría de Salud Municipal y la Alcaldía de Tuluá se asegura un total apoyo y acompañamiento para la atención e intervención a mujeres, niños, niñas, adolescentes y población LGTBQ.

«Contamos en nuestro municipio con un acuerdo que es el acuerdo 08 del 2023, el cual nos habla del mecanismo articulador para la atención basada en violencia sexual, tanto de sexo como de género», explicó Lugo Riascos. «Buscamos brindar elementos de protección, prevención y atención a la comunidad a través de la Casa Rosa».

En cuanto a los próximos pasos, se espera fortalecer el comité de mecanismo articulador con los recursos facilitados por la Fiscalía del departamento. «Son recursos muy valiosos para poder seguir fortaleciendo nuestro comité de mecanismo articulador en aras de identificar las cosas buenas que se han hecho en otros municipios y generar un mejor aprovechamiento del espacio que tenemos en nuestro hospital departamental», concluyó Lugo Riascos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *