En los últimos años, el mundo empresarial ha sido testigo del surgimiento de jóvenes emprendedores con ideas innovadoras y audaces. Uno de ellos es Nicolás Albornoz Lucumí, un adolescente de 14 años que ha decidido incursionar en el mercado de los dulces con su emprendimiento, Boogomas Masmelos.
Nicolás comenzó su aventura empresarial hace dos años, motivado por su propia necesidad de encontrar dulces bajos en azúcar que pudiera disfrutar sin preocupaciones. Después de un año y medio de investigación y experimentación, finalmente dio con la receta perfecta que ahora deleita a sus clientes.
El primer día de la apertura de su negocio, Boogomas Masmelos, en la plaza del mecato vallecaucano, fue todo un éxito. Una gran cantidad de personas se acercaron con curiosidad y ansias por probar los innovadores productos de Nicolás. Desde entonces, su emprendimiento ha ido creciendo y ganando reconocimiento en la región.
Respaldado por la Cámara de Comercio de Tuluá, Nicolás ha logrado destacarse en el competitivo mundo empresarial, demostrando que la edad no es un obstáculo para alcanzar el éxito. Con el apoyo de esta institución y otros emprendedores locales, ha podido dar a conocer su talento y su producto único en el mercado.
Boogomas Masmelos ofrece una amplia gama de productos diseñados para satisfacer todos los paladares, desde niños hasta personas con necesidades dietéticas especiales. Desde los clásicos masmelos con muñequito hasta cajas temáticas para ocasiones especiales, Nicolás ha sabido captar la atención de su público objetivo.
Para aquellos interesados en probar los deliciosos masmelos de Boogomas, Nicolás ofrece la opción de realizar pedidos a través de su cuenta de Instagram o su correo electrónico. Además, proporciona su número de teléfono para consultas y pedidos directos, facilitando así el acceso a sus productos.
Con su enfoque en la sostenibilidad y su compromiso con la calidad, Nicolás invita a los habitantes de Bugalagrande y del Valle del Cauca a disfrutar de Boogomas Masmelos. Su emprendimiento no solo es una muestra del potencial y la creatividad de la juventud local, sino también una opción deliciosa y saludable para satisfacer los antojos de dulces.