El BMX se está consolidando como una disciplina emocionante en Tuluá, y jóvenes como Sebastián Guerrero Trujillo están liderando el camino. Este deporte, que utiliza bicicletas cross de 20 pulgadas, se divide en dos modalidades: carrera, centrada en la velocidad, y estilo libre, donde se realizan acrobacias desafiantes.
Sebastián decidió adentrarse en el BMX para seguir los pasos de su padre, un reconocido Ryder en la región. “Es un deporte muy bacano. Quiero aprender muchas cosas como él y continuar su legado”, afirma Guerrero.
El joven también anima a otros a unirse a esta práctica: “Este deporte es muy bueno. Aprendes disciplina, técnica y, sobre todo, haces amigos. Es una experiencia única”.
Pertenecer al club de BMX es crucial para su desarrollo. Sebastián destaca que este espacio le proporciona formación y valores, además de permitirle enfocarse en lo que más ama: montar en bicicleta. “El club es importante porque fomenta un buen equipo y nos ayuda a crecer juntos”, añade.
Con su dedicación y entusiasmo, Sebastián Guerrero se posiciona como una promesa del BMX en Tuluá, motivando a más jóvenes a explorar las oportunidades que ofrece esta apasionante disciplina.