En la vereda de La Florida, en Calima Darién, reside Henry Orozco junto a su familia, donde han cultivado café de manera orgánica y diferenciada durante las últimas tres décadas. Lo que comenzó como una oportunidad divina de adquirir tierras hace treinta años, se transformó en un emprendimiento familiar dedicado a producir café de alta calidad.
Henry Orozco relata cómo surgió esta iniciativa: «Hace catorce años, cuando los precios del café cayeron drásticamente, mi esposa decidió comenzar a tostar el café de forma artesanal en nuestra finca. Esto marcó el inicio de un proceso de transformación en nuestro negocio».
Dentro de las variedades que cultivan en su finca se encuentran Caturra, Castillo, Tamborini, y están incursionando en microlotes especiales como el Borbón rosado y el Borbón amarillo. «Nuestro compromiso con la salud y el medio ambiente nos lleva a cultivar sin pesticidas ni químicos, garantizando un producto totalmente natural desde la finca hasta nuestros clientes», añade Henry.
Además de producir café de alta calidad, Henry Orozco y su familia tienen un firme compromiso con el medio ambiente y la comunidad. «Trabajamos con dos empleos directos en la finca y cuatro más en nuestra tienda y fábrica en Calima Darién. Es nuestra manera de contribuir al desarrollo de nuestro departamento y país», explica con orgullo.
El café «Granito Marrón» no solo se encuentra en sus puntos de venta en Calima Darién, sino que también está disponible a través de su página web, Instagram, Facebook y Google. «Para pedidos y más información, nos pueden contactar directamente por WhatsApp al 315.5663761. Enviamos nuestro café a diferentes ciudades e incluso al extranjero», comenta Henry, destacando que cuentan con certificaciones nacionales e internacionales que les permiten exportar su producto.
Mirando hacia el futuro, Henry Orozco vislumbra seguir creciendo como una marca reconocida por su calidad y compromiso. «No solo queremos vender café, queremos transmitir nuestra pasión por la caficultura y promover un consumo consciente y local», concluye con entusiasmo.
Con una historia de perseverancia, amor por la tierra y el café, Henry Orozco y su familia son un ejemplo vivo de cómo la pasión puede transformar un desafío en una oportunidad de crecimiento sostenible y comunitario.