La crisis en la Red Pública de Salud del Valle del Cauca se intensifica debido a los persistentes retrasos en los pagos por parte de las Empresas Promotoras de Salud (EPS). La cartera de deudas, que ya supera el billón de pesos, ha incrementado en un 33%, exacerbando la situación financiera de los prestadores de salud en la región.
María Cristina Lesmes, secretaria de Salud del Valle del Cauca, reveló que la deuda acumulada refleja un deterioro significativo en la capacidad financiera de los prestadores de salud. «Lo que observamos es que no se está pagando a los prestadores todo lo que les corresponde. La situación es cada vez más complicada, y el Valle del Cauca es el único departamento con seis EPS intervenidas», señaló Lesmes.
Un caso destacado es el de Emssanar, que ha enfrentado serios problemas de liquidez. Según Lesmes, el pago correspondiente al mes de junio, que debía ser realizado a principios de julio, solo fue efectuado el 25 de julio. Además, el monto recibido no cubrió la totalidad de lo adeudado. «Este retraso en los pagos y los montos insuficientes afectan gravemente a los prestadores», agregó la secretaria de Salud.
Ante esta situación crítica, el Gobierno Departamental ha urgido la necesidad de una solución inmediata. La gobernadora Dilian Francisca Toro ha demandado que las EPS paguen al menos el 80% de lo facturado. «Esta medida nos permitiría atender a los pacientes con la calidad y oportunidad que necesitan», afirmó Toro.
El retraso en los pagos no solo está afectando la estabilidad financiera de los prestadores de salud, sino que también está elevando los costos de los servicios y deteriorando la calidad de la atención. La acumulación de deuda y la falta de recursos están poniendo en grave riesgo la prestación efectiva de los servicios de salud en el Valle del Cauca, requiriendo una respuesta urgente y efectiva tanto de las EPS como del gobierno nacional.