En cumplimiento de la Ley 1801, la Policía Nacional realizó una operación de destrucción de 2,675 armas cortopunzantes en la ciudad de Tuluá. La eliminación de estos objetos, que fueron incautados entre el 15 de agosto de 2023 y el 31 de julio de 2024, tiene como objetivo principal retirar estos peligrosos elementos de las calles y contribuir a la seguridad de la comunidad.
El operativo se enmarca en una estrategia integral de control sobre el porte de armas cortopunzantes. José Martín Hincapié Álvarez, Secretario de Gobierno de Tuluá, anunció que la ciudad implementará un nuevo operativo para reforzar este control. La medida tiene como propósito no solo mejorar la seguridad, sino también fomentar una convivencia pacífica, especialmente después de la incautación de varias armas ilegales en el primer semestre del año.
Hincapié Álvarez enfatizó la relevancia de estas acciones, destacando que “las armas cortopunzantes, como cuchillos y navajas, están prohibidas por el Código de Seguridad y Convivencia Ciudadana. Su posesión conlleva sanciones severas estipuladas por la ley”. Esta iniciativa es parte de un esfuerzo continuo para reducir la violencia y prevenir delitos relacionados con estas armas.
El operativo de destrucción también marcó el comienzo de una discusión sobre cómo mejorar la aplicación de las normativas y procedimientos de control. En esta discusión están involucrados el Ministerio Público, la Secretaría de Gobierno y la Policía Nacional, con el objetivo de asegurar un cumplimiento efectivo de las leyes.
Hincapié Álvarez hizo un llamado a los ciudadanos para recordarles que “el porte de estos elementos está prohibido y es severamente sancionado. Es crucial que todos colaboren para mantener la seguridad en nuestra comunidad”. Este recordatorio busca sensibilizar a la población sobre las implicaciones legales del porte de armas prohibidas.
La operación de destrucción no solo representa un avance significativo en la lucha contra la violencia, sino que también marca un esfuerzo concertado para mejorar la calidad de vida en Tuluá. La colaboración ciudadana será clave para el éxito de estas medidas y para garantizar una comunidad más segura y pacífica.