La Escuela de Formación La Banquita se ha consolidado como un pilar fundamental para jóvenes aspirantes a futbolistas en la región. Los jugadores que forman parte de esta nueva institución han expresado un entusiasmo palpable y un renovado optimismo por su futuro en el deporte.
Los integrantes del club destacan el impacto positivo que la escuela ha tenido en sus vidas. “Estamos muy contentos de pertenecer a La Banquita”, afirma uno de los jugadores. “El apoyo de los profesores es constante y nos motivan a seguir adelante. Las instalaciones son excelentes y eso nos ayuda a mantenernos enfocados en nuestro objetivo de convertirnos en futbolistas profesionales, tanto a nivel nacional como internacional.”
Los jugadores también subrayan la importancia de la formación integral que reciben. “Aquí no solo aprendemos sobre técnicas futbolísticas, sino también sobre disciplina y carácter. Esto nos prepara para enfrentar desafíos y seguir entrenando con dedicación”, añade otro miembro del equipo.
Para muchos jóvenes del pueblo, La Banquita representa una oportunidad única para cumplir sus sueños. “Muchos de nosotros habíamos perdido la esperanza por la falta de oportunidades, pero gracias a este club, ahora tenemos una chance real de convertirnos en profesionales. Los entrenamientos son intensos, pero estamos dispuestos a darlo todo para alcanzar nuestras metas”, señala un entusiasta jugador.
El ambiente en La Banquita es descrito como positivo y alentador. Los entrenadores se destacan por su dedicación y cuidado hacia los jugadores, tanto en términos de desarrollo futbolístico como de prevención de lesiones. “Los profesores están siempre atentos a cualquier inconveniente y nos apoyan en todo momento. Estamos muy agradecidos por el esfuerzo que hacen”, comenta uno de los futbolistas.
La comunidad también ha recibido con agrado el surgimiento de esta escuela. Muchos jóvenes que antes veían su sueño de ser futbolistas como algo lejano ahora tienen una nueva esperanza. “Es una experiencia maravillosa. Además de aprender y mejorar nuestras habilidades, hacemos nuevos amigos y aprendemos a respetar y trabajar en equipo”, concluye un joven jugador.