En La Paila, un corregimiento del Valle del Cauca, la escuela de fútbol La Banquita está revolucionando la formación de jóvenes futbolistas bajo la dirección de Óscar Marino González. Este proyecto, que comenzó hace solo cuatro meses, ha sido una promesa de cambio y excelencia en el deporte local.

Óscar Marino González, con 17 años de experiencia en el fútbol, ha tomado el mando de La Banquita con un objetivo claro: potenciar el talento de los jóvenes futbolistas de la región. El entrenador, quien ha trabajado con jugadores de todas las edades y niveles, ahora se enfoca en un grupo de adolescentes de entre 14 y 18 años, una etapa crucial para su desarrollo.

En una conversación exclusiva con CNC Noticias, González destacó el talento presente en La Banquita, y cómo este se alinea con la tradición de La Paila como un semillero de futbolistas. «La Paila y Zarzal han demostrado ser fuertes en la producción de jugadores. Nuestro objetivo es tomar ese talento y guiarlo hacia el nivel profesional», afirmó González.

El desafío no es menor. El camino hacia el fútbol profesional está lleno de obstáculos, desde la formación técnica hasta la superación de las barreras emocionales. González subrayó la importancia de una preparación rigurosa. «En La Banquita, nos esforzamos por crear un entorno que refleje el profesionalismo de clubes reconocidos como Deportivo Cali o América de Cali. La disciplina y la preparación son clave», aseguró.

Los entrenamientos en La Banquita no conocen descanso. «No importa el clima ni el día festivo, nuestros jugadores deben estar presentes y preparados. La puntualidad y el cumplimiento de las normas son fundamentales», destacó el entrenador. Este enfoque también incluye una formación integral, donde el desarrollo humano y el carácter de los jóvenes futbolistas son tan importantes como su habilidad técnica.

González también comentó sobre los retos de entrenar a jóvenes en una etapa tan compleja. «Desde la adolescencia hasta la adultez temprana, los jóvenes enfrentan muchos desafíos. Nuestro rol es no solo entrenar a los futbolistas, sino también guiarlos emocionalmente», explicó.

Mirando hacia el futuro, La Banquita tiene ambiciosos planes. «En un año, queremos estar compitiendo a nivel nacional y tener al menos a uno de nuestros jugadores en un equipo profesional», concluyó González. La escuela actualmente está organizando un torneo de fútbol que podría abrir puertas importantes para sus jugadores.

Óscar Marino González y su equipo en La Banquita están demostrando que con esfuerzo, dedicación y una visión clara, es posible transformar el potencial local en éxito profesional. La escuela sigue creciendo y promete ser un referente en la formación de jóvenes futbolistas en Colombia.

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