En Bolívar, Valle del Cauca, cinco integrantes de la Policía Nacional enfrentan serias acusaciones de tortura y secuestro, según la Fiscalía de la Seccional Valle del Cauca. Los implicados son el sargento William Andrés Rayo Jiménez, el intendente jefe Helmer Antonio Rivera Castro, y los patrulleros Gilmar Steven Portocarrero Mosquera, Jhonny Alberto Losada Cadavid y Mayra Alejandra Toledo Hurtado.
Durante una reciente audiencia, el juez penal dictó medida de aseguramiento en detención preventiva para el patrullero Jhonny Alberto Losada Cadavid. Los demás acusados —sargento Rayo Jiménez, intendente jefe Rivera Castro, y patrulleros Portocarrero Mosquera y Toledo Hurtado— podrán enfrentar el proceso en libertad.
Los funcionarios fueron imputados por los delitos de tortura agravada, secuestro agravado y falsedad ideológica en documento público. A pesar de los cargos, los acusados no han aceptado los cargos.
La investigación revela que el 3 de marzo, durante un procedimiento de verificación de antecedentes, los uniformados abordaron a un hombre de 27 años sin justificación aparente. Lo trasladaron a la estación policial, donde, según las acusaciones, fue amarrado a una silla y golpeado durante 12 horas. Posteriormente, el hombre fue llevado a un hospital en Tuluá, donde se le diagnosticaron lesiones severas en el tórax y la cabeza, y se le extirpó el bazo.
Además, la Fiscalía descubrió que los policías habrían registrado información falsa en los documentos oficiales, alegando que el detenido había permanecido en la estación solo unos minutos y que salió en perfectas condiciones físicas. Esta acción aparentemente buscaba desviar las investigaciones sobre el caso.
El incidente ha generado preocupación en la comunidad y ha intensificado los llamados para una revisión exhaustiva de los procedimientos y comportamientos dentro de las fuerzas policiales para prevenir futuros abusos.