El 5 de septiembre, un incendio forestal devastó 7 hectáreas de bosque nativo en la vereda del Aguacate, ubicada en el sector de La Marina, en Tuluá. La emergencia, que había sido detectada el día anterior, requirió una intervención urgente por parte de los Bomberos Tuluá.

Según el Sargento Fabián Rendón, Jefe Operativo de Bomberos Tuluá, el 4 de septiembre se recibió un aviso sobre una posible conflagración en la zona. Debido a la oscuridad y las condiciones nocturnas, las autoridades decidieron no intervenir de inmediato. En su lugar, enviaron unidades equipadas con un dron para evaluar la situación desde el aire.

El 5 de septiembre, un equipo compuesto por dos bomberos, incluyendo al bombero John Álvarez y al cabo Bañera, fue enviado al sector del Picacho para realizar una inspección durante el día. La evaluación con el dron confirmó la extensión del incendio, lo que llevó a los bomberos a proceder con la intervención.

El incendio, que comenzó por la quema de residuos agrícolas, se salió de control y afectó significativamente el ecosistema local. El Sargento Rendón informó que la conflagración dañó 7 hectáreas de bosque nativo, destruyendo árboles antiguos y valiosos para la biodiversidad de la región.

En un llamado urgente a la comunidad, Rendón destacó la importancia de evitar prácticas que pongan en riesgo el medio ambiente. “Estamos enfrentando los efectos del calentamiento global, y la quema indiscriminada de vegetación nativa agrava esta situación. Estas prácticas no solo dañan el hábitat de la fauna y flora local, sino que también impactan las fuentes hídricas”, advirtió.

Rendón hizo un llamado a la población para buscar métodos alternativos para la limpieza de terrenos y evitar la quema. “Aunque hacemos todo lo posible para controlar los incendios, la recuperación del ecosistema afectado llevará muchos años. Es crucial adoptar prácticas más sostenibles para proteger nuestros recursos naturales”, concluyó.

El incendio en la vereda del Aguacate subraya la necesidad urgente de proteger los bosques y gestionar de manera responsable las actividades humanas que pueden afectar el medio ambiente.

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