La comunidad del barrio Nuevo Farfán en Tuluá ha estado lidiando durante más de una década con una problemática creciente relacionada con un árbol samán ubicado en el parque del Caballo. A pesar de los numerosos intentos por resolver la situación, el problema persiste, afectando gravemente la seguridad y las infraestructuras locales.
El presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio, José James Vanegas, ha sido una voz constante en la lucha por una solución. Según Vanegas, el samán ha causado una serie de problemas significativos desde que se convirtió en un foco de preocupación en 2012. Las ramas del árbol se han caído en repetidas ocasiones, poniendo en peligro tanto las viviendas cercanas como la seguridad de los residentes. Además, las raíces del árbol han dañado los andenes y las tuberías de agua y gas, exacerbando los problemas para la comunidad.
Vanegas ha señalado que, a pesar de los múltiples derechos de petición y las gestiones realizadas ante la alcaldía, la gobernación y otras entidades, las respuestas han sido insuficientes. «Hemos presentado nuestras solicitudes y hemos acudido a diferentes instituciones, pero hasta ahora no hemos recibido la atención adecuada. La situación sigue empeorando y nos preocupa que ocurra un accidente grave si no se toman medidas prontas», afirmó Vanegas.
La comunidad ha solicitado con urgencia la poda o, preferiblemente, la erradicación del samán. Vanegas explicó que, aunque no están en contra de los árboles, la situación actual representa un riesgo considerable. “Queremos evitar una tragedia. La seguridad de los habitantes del barrio es nuestra principal preocupación. Lo ideal sería reemplazar el árbol por uno que no cause problemas”, agregó.
El llamado a las autoridades locales es claro: intervenir rápidamente para solucionar el problema y garantizar la seguridad de los residentes del barrio Nuevo Farfán. La comunidad espera que en esta administración se tomen en serio sus solicitudes y se actúe con la celeridad necesaria para prevenir futuros accidentes.
La situación en el barrio sigue siendo un tema de preocupación, y los residentes mantienen la esperanza de que se tomen las medidas adecuadas para resolver este largo conflicto.