Entre los jóvenes, muchos han expresado que la halterofilia se ha convertido en una herramienta valiosa para mejorar su bienestar general. Una de las asistentes comentó sobre el impacto positivo que ha tenido en su vida: “Desde que empecé a venir, me siento más motivada y comprometida con el deporte”. Este entusiasmo se ve reforzado por un equipo de entrenadores que no solo enseñan técnicas de levantamiento, sino que también promueven valores como el respeto y la amabilidad.
La comunidad que se ha formado en torno a estas jornadas también juega un papel crucial. Los jóvenes han encontrado un espacio donde pueden socializar, compartir experiencias y motivarse mutuamente. «Es genial conocer a otros que comparten mi pasión por el deporte», afirmó otra participante, resaltando la camaradería que se ha desarrollado.
La halterofilia se presenta, así como una opción atractiva para los jóvenes que buscan un lugar donde crecer personal y físicamente, fomentando hábitos saludables y relaciones interpersonales positivas. A medida que avanzan en sus entrenamientos, estos jóvenes demuestran que el levantamiento de pesas va más allá de la fuerza; se trata de construir un estilo de vida.