Gustavo Gil, director técnico de la selección La Paila Club, reflexionó sobre la experiencia de su equipo en la gran final de la Copa Bon Bon Bum. “Teníamos muchas probabilidades para quedar de primero, teníamos muchas ganas, teníamos el objetivo, pero bueno, el objetivo no se cumplió por errores de nosotros mismos. Así es el fútbol, donde se gana y se pierde. Hoy tocó perder”, comentó con sinceridad.
Al ser consultado sobre los desafíos que enfrentaron contra el rival antioqueño, Gil reconoció que “fue muy complejo”. A pesar de sus esfuerzos, el equipo no pudo concretar su estrategia en el momento clave. “En el entretiempo dimos instrucciones donde había que hacer una reducción en los cobros de faltas, pero no lo hicimos antes. Le facilitamos a ellos, agrandándoles el campo, y ahí fue donde el segundo gol llegó por un error de nosotros. Fue un golpe duro”, admitió.
Gil también destacó la relevancia de participar en un torneo de tal magnitud: “No todo el mundo llega a la final. Este evento es grande porque es un torneo nacional. Los que están aquí son los mejores de Colombia. El nivel es muy alto, y la importancia de estar aquí es eso: estar entre los mejores”.
Finalmente, el director técnico dejó una puerta abierta a la esperanza: “Uno nunca sabe qué jugadores de nuestro club pueden llamar la atención para dar el salto profesional. Esta experiencia es invaluable”.
La Paila Club, aunque no alcanzó el trofeo, regresa con aprendizajes valiosos que seguramente forjarán su futuro en el fútbol colombiano.