La Secretaría de Gobierno, Convivencia y Seguridad de Tuluá, bajo la dirección de José Martín Hincapié Álvarez, ha dado un paso decisivo en su plan de gestión del espacio público al pasar de una fase de sensibilización a una fase sancionatoria, con el objetivo de garantizar el respeto y el orden en los espacios comunes de la ciudad.
Desde el inicio de 2024, el equipo de la Secretaría comenzó un proceso exhaustivo de identificación y análisis de la problemática del espacio público en diferentes sectores de Tuluá. Este proceso de caracterización preliminar permitió identificar los lugares más conflictivos y definir acciones específicas para cada uno de ellos. Según explicó Hincapié Álvarez, «nosotros iniciamos un proceso de identificación de la problemática del espacio público en diferentes sectores de la ciudad, lo que nos permitió atender estos puntos a través de nuestros gestores de convivencia». Durante el primer semestre del año, las autoridades municipales centraron sus esfuerzos en actividades de sensibilización y prevención, buscando generar conciencia en la comunidad sobre la importancia de respetar el espacio público. Se llevaron a cabo visitas, recomendaciones y actividades pedagógicas para fomentar el respeto y la convivencia.
Sin embargo, a pesar de las acciones educativas y preventivas, muchos ciudadanos continúan haciendo caso omiso de las normativas que regulan el uso del espacio público. Por ello, la administración local ha decidido avanzar hacia una fase correctiva y sancionatoria que comenzará a finales de esta semana. En esta nueva etapa, las autoridades implementarán medidas más estrictas, tales como la imposición de comparendos y el inicio de trámites administrativos pertinentes para aquellos que persistan en la ocupación irregular del espacio público.
José Martín Hincapié subrayó la importancia de esta transición, indicando que «la fase de sanción consiste en la activación del proceso que, conforme a la Ley 1801 de 2016, establece el Código de Seguridad y Convivencia». De acuerdo con la normativa vigente, las sanciones incluyen no solo multas económicas, sino también la posibilidad de retener elementos que estén obstruyendo el espacio público, como mercancías o estructuras, en especial en el caso de los vendedores ambulantes y los establecimientos comerciales que no respeten las regulaciones.
La fase sancionatoria también traerá consigo una mayor vigilancia sobre aquellos que aún no han acatado las normas, ya que las sanciones serán impuestas de manera más rigurosa. Los vendedores ambulantes y los establecimientos que obstaculicen el paso podrían ser objeto de decomiso de sus productos y de sanciones económicas que deberán ser pagadas por quienes infrinjan las disposiciones. Además, estos casos serán sometidos a un proceso de seguimiento especial para garantizar el cumplimiento de las normas.
El Secretario de Gobierno hizo un llamado a la comunidad para que respete el espacio público de manera voluntaria, antes de que se lleguen a imponer las sanciones. «Nuestra prioridad es que la gente, de manera libre y consciente, respete el espacio público. Queremos que todos contribuyamos a una ciudad que sea más ordenada y respetuosa», afirmó Hincapié. No obstante, dejó claro que aquellos que no acaten las medidas adoptadas por la administración municipal estarán sujetos a las sanciones legales correspondientes.