En la tarde del miércoles, el equipo sub-11 de la Escuela de Fútbol Ranyave vivió un emocionante encuentro en los cuartos de final de la Copa Corazón, donde se enfrentaron al equipo La Esperanza. El partido terminó 1-0 a favor de La Esperanza en una definición de muerte súbita, eliminando a Ranyave del torneo. A pesar de la derrota, el equipo dejó un balance positivo, destacando el aprendizaje y la evolución en su proceso de formación.

Luis Fernando Muñoz Pulgarín, Director Deportivo de la Escuela de Fútbol Ranyave, compartió sus impresiones sobre el desempeño del equipo en este torneo. Muñoz destacó que, aunque el equipo no logró avanzar a la siguiente ronda, el balance general fue muy positivo. “Clasificamos a la segunda ronda y eso fue un logro importante para nosotros. A pesar de la derrota, los niños hicieron una excelente presentación. El gol en contra y el penalti errado fueron momentos difíciles, pero forman parte del proceso de aprendizaje”, comentó.

El director también resaltó que, aunque la eliminación llegó en los cuartos de final, la experiencia vivida durante la Copa Corazón dejó grandes enseñanzas para todos los jugadores. «Los niños demostraron gran nivel y superaron muchas expectativas. El objetivo es seguir trabajando con ellos, mejorar día a día y seguir motivados con nuevos proyectos, como el festival de veeduría que se aproxima», agregó.

Jerónimo Alvear, lateral izquierdo de la Escuela de Fútbol Ranyave, también expresó sus impresiones sobre lo vivido en el torneo. Alvear subrayó que la participación en la Copa Corazón les permitió reflexionar sobre varios aspectos de su juego. “Este torneo nos deja un buen recuerdo para seguir entrenando más fuerte. Aprendimos que no debemos confiarnos en ningún equipo. A veces me sentí solo en el campo, pero aprendí que la clave es trabajar más en equipo, cerrar los espacios y mantener una mejor comunicación”, aseguró el joven futbolista.

A pesar de la eliminación, el equipo de Ranyave sigue enfocado en su desarrollo y en los nuevos retos que vendrán. Con una plantilla llena de talento y muchas ganas de seguir aprendiendo, los jóvenes futbolistas tienen nuevas expectativas para el futuro. La participación en la Copa Corazón les ha dejado un cúmulo de experiencias que los ayudará a mejorar en su próximo desafío.

Muñoz finalizó destacando la importancia de los torneos como la Copa Corazón para el crecimiento de los jugadores, tanto en lo técnico como en lo personal. “Cada torneo es una oportunidad para aprender, y aunque no llegamos hasta el final, seguimos con la motivación intacta. Los niños demostraron mucho carácter y estamos comprometidos en seguir formándolos para que continúen creciendo dentro y fuera del campo”, concluyó.

El equipo de Ranyave sigue adelante, con la vista puesta en los próximos desafíos, donde podrán poner en práctica todo lo aprendido en este torneo y continuar su proceso de formación en el fútbol.

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