El equipo Ranyave SUB12 sigue escribiendo su historia en la Copa Corazón tras lograr una victoria memorable en las semifinales, que los catapultó directamente a la final del torneo. La alegría de los jugadores, cuerpo técnico y seguidores es palpable, ya que este logro representa un hito para el club, que en años anteriores no había podido superar las etapas más avanzadas del torneo.

El enfrentamiento en semifinales fue una prueba de fuego para los jóvenes futbolistas, quienes enfrentaron a un rival fuerte y experimentado. A pesar de las dificultades, el equipo mantuvo la concentración y mostró una gran determinación para superar los obstáculos que se presentaron en el camino. Un momento clave fue la ejecución de un penalti crucial, donde la adrenalina se apoderó de los jugadores, pero la concentración y el esfuerzo colectivo fueron determinantes. «Cuando uno patea un penal, siente mucha adrenalina y tiene que dar lo mejor para asegurar el gol», comentó uno de los jugadores, resumiendo la tensión vivida en ese instante.

Para muchos de los integrantes de Ranyave SUB12, alcanzar la final de la Copa Corazón es un logro significativo. «Nunca habíamos llegado ni a una semifinal en años anteriores. Esto es muy importante para nosotros y estamos muy felices de haber llegado hasta aquí», afirmó uno de los jugadores, quien compartió el sentimiento común de todo el equipo: la emoción por un triunfo que parecía lejano hasta hace poco.

El partido fue una batalla en toda regla, reñida hasta el último minuto, pero el equipo no perdió la esperanza y supo manejar la presión. “El partido fue muy sufrido, pero al final ganamos gracias al esfuerzo de todos”, dijo otro de los futbolistas, quien destacó la importancia del trabajo en equipo y la actitud ganadora mostrada en cada jugada.

La figura del encuentro fue Jacob, quien anotó un penalti clave para la victoria del equipo. «Jacob metió un penalti muy fuerte, lo tiró con mucha seguridad, y eso nos dio la ventaja para seguir adelante», señaló uno de sus compañeros, quien resaltó la importancia de su contribución al marcador.

Además de la emoción por el triunfo, los jugadores aprovecharon la ocasión para dedicar el resultado a sus familias y seres queridos. «Este triunfo lo dedico a mi mamá, que está en el cielo, y a toda mi familia», expresó uno de los futbolistas, mientras que otros miembros del equipo hicieron lo propio, agradeciendo el apoyo incondicional de sus padres, abuelos y amigos cercanos.

Con la mirada fija en el próximo desafío, el equipo de Ranyave SUB12 se prepara para la final con la misma determinación que los ha caracterizado a lo largo del torneo. «Vamos a entrenar duro para llegar a la final con todo y dar lo mejor de nosotros. Queremos ganar y hacer historia», afirmaron los jugadores, quienes ya sueñan con alzar el trofeo de campeones.

Para el equipo Ranyave SUB12, la final de la Copa Corazón será la culminación de un esfuerzo constante, de trabajo en equipo y de la pasión por el fútbol. El sueño de convertirse en campeones está más cerca que nunca, y el equipo promete luchar hasta el último minuto para lograrlo.

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