El pasado domingo, el Club Deportivo Ranyave vivió uno de los momentos más emocionantes de su historia al coronarse campeón de la Copa Corazón en la categoría Sub-12, tras un partido muy reñido contra el equipo Corazón del Valle. El encuentro, cargado de esfuerzo y sacrificio por parte de ambos equipos, culminó con una tanda de penales que mantuvo a todos los espectadores al borde de sus asientos.

Desde el inicio, el partido estuvo marcado por la intensidad y la disposición de los jugadores de ambos equipos. Aunque el equipo contrario era más alto y físicamente imponente, los jóvenes de Ranyave se mantuvieron firmes, demostrando que el esfuerzo y la estrategia pueden superar las diferencias físicas. “Ellos tenían mucha talla, pero nosotros, con esfuerzo y metiéndole ganas, pudimos aguantarles y ganarle en penales”, comentó uno de los jugadores del equipo, resaltando la importancia de la dedicación y el trabajo en equipo.

A lo largo del partido, Ranyave tuvo varias oportunidades claras de gol, pero el destino quiso que el enfrentamiento se decidiera desde los 11 metros. “La verdad estuvo muy apretado, tuvimos oportunidades, pero Dios quiso que llegáramos a penales”, expresó otro jugador, quien comentó cómo, en momentos de tensión, la estrategia y el trabajo en equipo fueron cruciales. “Yo pensé que lo iba a meter con mi defensa, pero me la alcanzaron a cabecear. Ahí traté de meterles presión para que se equivocaran”, añadió.

La tanda de penales fue un verdadero desafío. El portero contrario era muy alto y, antes de que comenzara, el entrenador de Ranyave les dio una estrategia clara: patear los penales bajos, aprovechando la ventaja que ofrecía la gran estatura del arquero rival. “El profe nos dijo que pateáramos abajo, ya que él tenía una carta muy grande, y lo seguimos. Fue clave para ganar”, señaló uno de los jugadores, destacando la importancia de seguir las instrucciones del entrenador.

Aunque Ranyave falló algunos lanzamientos, su portero jugó un papel crucial al detener los penales del equipo rival, lo que permitió a Ranyave asegurar la victoria. “Estuvimos muy bien en los penales. El portero estuvo increíble para sacar a los contrincantes”, mencionó un jugador, orgulloso del esfuerzo colectivo.

Esta victoria tiene un valor especial para el equipo, ya que es el resultado de mucho trabajo y sacrificio. “Esta es una victoria muy importante para demostrar lo que somos, para que nos vean y podamos estar en una cantera y, algún día, jugar fútbol profesional”, comentó otro de los jóvenes futbolistas, quien sueña con seguir creciendo en el deporte.

La victoria de Ranyave no solo representa un logro deportivo, sino también un ejemplo de superación. “Este triunfo es indescriptible. Fue un partido muy difícil, y después de perder tantas veces contra ellos en otros torneos, hoy Dios nos dio la oportunidad de ganar”, dijo emocionado uno de los jugadores, que recordó las derrotas anteriores frente al mismo equipo. “Ya no teníamos victorias en otros torneos y ganar la Copa Corazón es una alegría muy grande, gracias a mi profesor y compañeros, que me ayudaron a mejorar”, añadió.

El equipo de Ranyave no solo logró el campeonato, sino que también consolidó el esfuerzo y la unidad que los ha acompañado durante toda la competencia. Este título será un hito en la carrera de muchos de estos jóvenes futbolistas, quienes ahora tienen la mirada puesta en nuevos retos, con la esperanza de seguir creciendo y demostrando su talento en el futuro.

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