El inicio de la temporada decembrina en el Valle del Cauca ha dejado un balance preocupante: tres personas quemadas, entre ellas un menor de edad. El reporte preliminar del Observatorio de Salud del departamento indicó que las víctimas son dos adultos y un niño, todos hombres. Las lesiones incluyen quemaduras graves en los miembros superiores y, en uno de los casos, amputación de dedos de una mano.
Uno de los afectados, un hombre de 46 años, proveniente del municipio de Bugalagrande, resultó quemado mientras participaba en las celebraciones decembrinas. Fue trasladado de urgencia al Hospital Departamental Tomás Uribe Uribe de Tuluá, donde recibió atención médica. El otro caso involucró a un menor de 16 años, quien manipulaba pólvora en su hogar en la zona rural de Tuluá, específicamente en el corregimiento de Nariño. El menor sufrió quemaduras por un tronante, un tipo de artefacto pirotécnico altamente peligroso.
José Martín Hincapié Álvarez, Secretario de Gobierno de Tuluá, expresó su preocupación por los incidentes e hizo un llamado a la responsabilidad de los ciudadanos. «Es fundamental que se respeten las leyes sobre el uso de la pólvora, especialmente en el caso de los menores. La manipulación de estos artefactos debe ser realizada exclusivamente por profesionales capacitados», indicó.
Además, las autoridades subrayaron la importancia de no permitir el acceso de los menores a pólvora prohibida. En el caso del menor de Tuluá, se recordó que el uso de ciertos tipos de pólvora está totalmente prohibido y las investigaciones correspondientes se llevarán a cabo para garantizar el cumplimiento de la normativa.
Aunque los tres afectados se encuentran fuera de peligro, las autoridades hacen un llamado a la conciencia colectiva para evitar estos accidentes. A nivel local, en el municipio de Tuluá se destacó que durante la noche del 1 de diciembre no se registraron incidentes por el uso indebido de pólvora, lo que refleja los esfuerzos de prevención implementados en la comunidad.
En este sentido, las autoridades reiteran que la seguridad en estas festividades depende de todos, y que la mejor manera de disfrutar de la temporada es de manera responsable, sin poner en riesgo la salud y el bienestar de los demás.