En los últimos meses, un proyecto social ha estado transformando las vidas de jóvenes deportistas en la comunidad la escuela de formación futbolística La Banquita. José Eugenio Montaño, padre de uno de los jugadores, se ha convertido en un firme defensor de esta iniciativa, que no solo promueve el deporte, sino también la integración familiar y el desarrollo de valores fundamentales como la responsabilidad y el respeto.
Con seis meses de participación de su hijo en este proyecto, José Eugenio ha sido testigo de cómo el deporte puede ir más allá de la competencia física, convirtiéndose en un espacio de crecimiento personal y comunitario. «Este es un proyecto que integra tanto a los jugadores como a las familias», comenta Montaño. «Además de enseñarles a jugar bien al fútbol, nos está enseñando a vivir con valores. La responsabilidad, el respeto por los demás y por lo que hacemos es algo que está presente en cada actividad».
Uno de los aspectos que más destaca José Eugenio es el compromiso de los organizadores de «La Banquita» por involucrar a las familias en el proceso de formación. Según él, este enfoque es esencial para el éxito del proyecto. «No es solo un trabajo de cancha. Es un trabajo de integración familiar. El deporte bien hecho, con valores, es un gran proyecto de vida», añade con firmeza.
El pasado domingo, una de las actividades más destacadas fue la reunión entre jugadores, apadrinados, miembros de la Junta Directiva y las familias. Un encuentro que, según José Eugenio, reflejó el propósito de la iniciativa: crear cohesión, no solo en el equipo, sino en la comunidad en su conjunto. «Es una verdadera integración, no solo de los jóvenes, sino de todos los involucrados», afirma.
Para Montaño, «La Banquita» va más allá del fútbol. Es una plataforma que busca formar personas con principios, que no solo sobresalgan en el deporte, sino también en la vida diaria. «Lo que se está haciendo aquí no solo es una preparación para el fútbol, sino también para la vida. Los valores que se enseñan aquí son fundamentales, y estoy seguro de que les servirán para cualquier camino que elijan en el futuro», dice con convicción.
José Eugenio también resalta el trabajo de la Junta Directiva, que ha logrado que muchos de los jóvenes del proyecto se destaquen y sean reclutados por clubes profesionales como el Tolima o el Real Cartagena. «Es admirable lo que están haciendo. Este proyecto no solo está formando buenos futbolistas, sino también seres humanos de calidad», afirma, agradecido por la oportunidad que se les brinda a los jóvenes.
Con un claro mensaje de apoyo y optimismo, José Eugenio Montaño concluye: «El proyecto va muy bien encaminado, y mi mensaje para la Junta Directiva es que sigan con ese empuje, con esa berraquera. La oportunidad que están brindando a los muchachos es invaluable, y esto solo puede seguir creciendo».
En «La Banquita», el fútbol es solo una parte de la ecuación. La verdadera meta es formar individuos íntegros, responsables y con una visión clara de su futuro, tanto dentro como fuera del campo. Y para José Eugenio Montaño, este es el camino para asegurar un mejor futuro para los jóvenes de su comunidad.