La Fundación Sarmiento Palau, en colaboración con el Parque Carlos Sarmiento Lora, organizó un evento muy especial para las personas en situación de discapacidad, creando un ambiente de magia, amor y felicidad que quedó grabado en los corazones de todos los participantes. Niños, acompañados por sus padres, disfrutaron de una tarde llena de actividades recreativas, abrazos y momentos de conexión que reafirmaron el verdadero espíritu navideño.
Los asistentes expresaron su agradecimiento con sonrisas y palabras llenas de emoción, destacando lo significativa que fue esta experiencia para ellos. «Muy rico, muchas gracias por todo. Todo ha sido muy bonito, desde la piscina hasta todo lo demás. Aquí se aprende mucho y todo ha sido muy agradable», comentó uno de los participantes, quien mostró su gratitud por la oportunidad de disfrutar de una Navidad diferente.
Durante la jornada, las risas y la diversión fueron constantes. El parque se llenó de alegría, con niños y adultos disfrutando de la piscina, las actividades recreativas y, sobre todo, del tiempo compartido en familia. “Siempre nos han tenido en cuenta, y eso es muy importante. Sabemos que hay niños que no tienen la posibilidad de pasar una Navidad bien, por eso debemos tener paciencia y aprovechar cada momento con ellos, participando en todas las actividades que nos brindan”, expresó otro asistente, subrayando lo valioso que es contar con espacios inclusivos donde las familias puedan pasar tiempo de calidad juntas.
El evento no solo fue una oportunidad de esparcimiento, sino también un recordatorio de la importancia de la inclusión y el apoyo mutuo. Los organizadores, encabezados por Alfredo Marín, Coordinador del Parque Carlos Sarmiento Lora, hicieron todo lo posible para garantizar que cada persona se sintiera bienvenida y atendida. «Les damos una feliz Navidad y un próspero Año Nuevo. Qué maravilloso fue este día, la actividad de hoy ha sido increíble. Me gustó todo, todo ayuda, y quiero agradecer de todo corazón por este detalle tan bonito», expresó emocionado otro de los participantes.
Esta jornada no solo dejó recuerdos alegres, sino también un mensaje de esperanza y solidaridad. Para muchos de los asistentes, estas actividades representan más que solo un momento de recreación; son una oportunidad para sentirse valorados, para disfrutar de una Navidad llena de cariño y para conectar con otros en un espacio seguro y accesible.
La Fundación Sarmiento Palau sigue demostrando que el verdadero espíritu navideño se encuentra en el amor compartido, en la inclusión y en el deseo de hacer la diferencia en la vida de quienes más lo necesitan. El evento fue un recordatorio de que, a veces, los momentos más simples pueden ser los más significativos, creando memorias que perduran mucho después de que se apagan las luces de Navidad.