En una operación sin precedentes, la Policía Metropolitana de Santiago de Cali desarticuló dos grandes redes criminales que afectaban gravemente la seguridad de diversos sectores de la ciudad. A través de 43 allanamientos en las Comunas 10 y 20, las autoridades lograron desmantelar los grupos delincuenciales conocidos como ‘Los Maléficos’ y ‘La Montaña’, quienes estaban involucrados en narcotráfico, homicidios y otros delitos conexos, afectando directamente los entornos escolares, recreativos y deportivos de la ciudad.
Más de 3.500 dosis de estupefacientes semanales y $160 millones mensuales en ingresos ilícitos. Según las investigaciones, las redes criminales desarticuladas comercializaban alrededor de 3.500 dosis de estupefacientes cada semana, lo que generaba ingresos ilícitos cercanos a los 160 millones de pesos mensuales. Estas organizaciones controlaban varios puntos estratégicos de la ciudad, incluyendo áreas cercanas a colegios y parques, donde ejercían su influencia a través de la venta de drogas y la intimidación a la comunidad.
Durante el operativo, las autoridades lograron la captura de 19 personas, entre ellas dos hombres conocidos en el mundo criminal como ‘El Cantante’ y ‘Carroloco’, presuntos cabecillas de las estructuras ‘Los Maléficos’ y ‘La Montaña’. Junto a ellos, fueron detenidas tres mujeres y un hombre de nacionalidad extranjera. La mayoría de los detenidos contaban con antecedentes por delitos como narcotráfico, homicidio y extorsión.
Además de las detenciones, se incautaron dos armas de fuego, 180 dosis de derivados de cocaína y al menos 70 dosis de drogas sintéticas. Los capturados fueron puestos a disposición de la Fiscalía General de la Nación, y un juez de control de garantías dictó medida de aseguramiento intramural para 17 de los detenidos, mientras que dos de ellos quedaron bajo detención domiciliaria. Los cargos incluyen concierto para delinquir, tráfico de estupefacientes y, en el caso de ‘La Montaña’, homicidio.
Uno de los logros más significativos de la operación fue la recuperación de varios entornos escolares, parques y espacios deportivos que habían sido dominados por las organizaciones criminales. Gracias al trabajo de inteligencia y los operativos encubiertos, la Policía pudo recuperar estos lugares clave para la comunidad, donde anteriormente se realizaban actividades ilícitas.
La operación ha sido considerada un éxito en términos de protección a los niños, jóvenes y familias que habitaban estas zonas, ya que los delincuentes no solo traficaban estupefacientes, sino que también generaban un clima de inseguridad que afectaba el desarrollo y la convivencia en estos espacios.