Gabriela Ortiz Vélez, voleibolista originaria de Tuluá, ha alcanzado grandes hitos en su carrera deportiva desde temprana edad. Con apenas 5 años, se sumergió en el mundo del voleibol inspirada por su hermana, quien ya practicaba este deporte. En una reciente entrevista, Gabriela compartió su historia y reflexionó sobre el camino recorrido hasta llegar a ser una destacada jugadora.
A pesar de su corta edad, desde los 5 o 6 años, Gabriela ha logrado acumular una impresionante cantidad de logros, no solo en términos de medallas, sino también en experiencias enriquecedoras que le han permitido conocer nuevos lugares y culturas. «He logrado muchas cosas, conocer también por decirlo así, lograr mucho como campeonatos y más que todo conocer, o sea, ir a muchas partes que no están cerca de acá», expresó.

El voleibol, siendo un deporte de equipo, no solo ha formado a Gabriela como atleta, sino también como persona. «Como es un deporte en conjunto, uno también empieza a formarse como persona y empezar a compartir más con compañeros y compañeras», señaló.
Gabriela juega actualmente en el Club Escumer, un equipo destacado en la región con entrenadores altamente capacitados y jugadores de gran nivel. «Es un club muy grande, formado, con profesores excelentes y también jugadores muy buenos», aseguró.
En cuanto a su rol en el equipo, Gabriela juega como líbero, una posición clave en el voleibol. «Ella nunca puede subir como atacar o bloquear o levantar. Ella solamente recibe, defiende y es como la protectora de que no caiga ningún balón en la cancha», explicó sobre su función en el juego.
Gabriela también aprovechó la oportunidad para aconsejar a los jóvenes que puedan estar viendo su teléfono en lugar de practicar deportes. «No solamente voleibol, hay muchos deportes muy bonitos de los que se aprende, de ellos. Yo para una sola persona o en conjunto, y que empezar a hacerlo desde ya sería un gran, una gran oportunidad para hacer un jugador, un deportista de alto rendimiento», dijo.
Recuerda que su primer torneo fue una experiencia llena de nerviosismo y ansiedad, pero con el tiempo fue adquiriendo confianza. «Primeramente yo me sentía muy nerviosa, o sea, me sentía con ansiedad, con pena de que me dijeran algo, de pronto fallar una bola y que todo el mundo me quedara mirando. Pero yo fui cogiendo confianza y o sea, fui adaptándome», relató.
En cuanto a sus logros, Gabriela ha cosechado muchos títulos, pero su última gran victoria fue en enero de 2025, en un torneo nacional en Medellín, donde su equipo salió campeón. «Fue una experiencia muy bonita y la verdad no me lo esperaba, pero de esfuerzo siempre se ha conseguido con esfuerzo y sacrificio», comentó sobre este logro. Además, fue reconocida como la mejor jugadora del torneo en la categoría Benjamín Mini.
Con la mirada puesta en nuevos retos para este 2025, Gabriela se prepara para enfrentarse a una categoría más avanzada, donde las posiciones están definidas y las exigencias son mayores. «Ahora ya juego en una categoría más grande y donde se definen las posiciones, con más jugadoras en la cancha y nuevos retos», afirmó con determinación.
Sin embargo, Gabriela sabe que no está sola en su camino. «Primeramente mi familia, mis papás y los profesores que ayudan mucho a formar jugadoras», mencionó, destacando el apoyo que recibe de su entorno para seguir alcanzando nuevas metas.
Gabriela Ortiz Vélez es un claro ejemplo de cómo la disciplina, el esfuerzo y el trabajo en equipo pueden llevar a una persona a lograr grandes cosas, y su historia inspira a muchas niñas y niños a sumarse al mundo del deporte.