Con el objetivo de promover un ambiente educativo más saludable y prevenir problemas como la violencia escolar y la deserción, el Valle del Cauca lanzó una nueva estrategia de Apoyo Socioemocional. La iniciativa, presentada en un encuentro con los rectores de las 148 instituciones educativas de los 34 municipios no certificados, tiene como fin mejorar el bienestar integral de los estudiantes, involucrando no solo a los docentes, sino también a padres, madres y cuidadores.

La estrategia busca crear un entorno emocionalmente seguro y propicio para el aprendizaje. A través de la participación de las familias, se pretende mejorar el apoyo psicoemocional que los estudiantes reciben en casa y en la escuela, lo que repercute directamente en su desempeño académico. El componente clave de esta estrategia es la creación de las «Escuelas de Familia», un programa que acercará a los padres al proceso educativo de sus hijos y fomentará la colaboración entre escuela y familia.

“Es fundamental que las familias estén conectadas con el proceso educativo. Los padres tienen un papel crucial en el desarrollo de los niños, y esta estrategia busca fortalecer esa relación”, indicaron los encargados de la implementación del proyecto.

Además de las Escuelas de Familia, la estrategia incluye la atención personalizada a los estudiantes más pequeños, en particular los de primero, segundo y tercer grado, que presenten dificultades emocionales o familiares que puedan estar afectando su rendimiento escolar. Los rectores de las instituciones educativas coinciden en que muchas veces los problemas emocionales tienen un impacto directo en el rendimiento académico, por lo que abordarlos de manera temprana es crucial para el éxito de los estudiantes.

Otro de los aspectos clave de la estrategia es el reconocimiento de que el aprendizaje no solo depende de las habilidades cognitivas, sino también de los procesos emocionales. Según varios rectores, como William Fredy Palta, rector de la institución educativa Panebianco Americano de Candelaria, “no hay aprendizaje sin procesos emocionales”. Esto subraya la importancia de atender las necesidades emocionales de los estudiantes para asegurar su éxito académico a largo plazo.

Con esta estrategia, se espera que disminuyan las tasas de deserción, repitencia y problemas emocionales como la depresión y el suicidio, que afectan a un número importante de estudiantes en la región. La comunidad educativa recibe esta iniciativa con entusiasmo, ya que se reconoce que mejorar el bienestar emocional de los estudiantes es fundamental para su desarrollo académico y personal. Además, la integración de las familias en el proceso educativo refuerza la red de apoyo que los estudiantes necesitan para alcanzar su máximo potencial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *