En el Barrio Victoria de la Villa de Céspedes, una actividad que comenzó hace casi una década ha logrado transformar la vida de la comunidad, promoviendo la salud física y el bienestar. La rumbaterapia, una propuesta que fusiona ejercicio y música, ha sido clave en la prevención de enfermedades como la hipertensión y la diabetes, impulsadas por el sedentarismo.
Luis Eduardo Ayala, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) de Victoria, recuerda los inicios de esta actividad comunitaria, que surgió tras una campaña realizada por estudiantes de la Facultad de Medicina. Ellos identificaron un alto índice de enfermedades crónicas en la zona, en su mayoría relacionadas con la falta de actividad física. A raíz de este diagnóstico, se organizó una rumbaterapia como cierre de la campaña, que pronto se convirtió en una tradición del barrio. Ayala destaca que “al principio se programó cada quince días, luego semanalmente y actualmente se realiza dos veces por semana”.

Hoy, la rumbaterapia no solo es una actividad física, sino también un espacio de integración y diversión. “Es muy gratificante ver a una ama de casa, que ha estado todo el día ocupada con las labores del hogar, venir aquí a desestresarse, o a aquellas personas que, tras su jornada laboral, se motivan a venir a hacer ejercicio”, explica Ayala, quien subraya que la actividad se lleva a cabo principalmente en las noches, entre las 8:00 p.m. y las 9:00 p.m., para que sea accesible a quienes trabajan durante el día.
El llamado para este 2025 es claro: “No podemos esperar a enfermarnos. Este es un espacio para todos aquellos que buscan cuidar su salud de manera divertida y gratuita”. Ayala enfatiza la importancia de continuar fortaleciendo estos espacios de recreación, y actualmente está gestionando con el Instituto Departamental de Recreación (INDER) para asegurar la continuidad de la actividad.
La rumbaterapia en el Barrio Victoria se ha consolidado como un referente de cómo la comunidad puede unirse para cuidar su salud y disfrutar de momentos de recreación. Con la participación de vecinos y personas de otros sectores del municipio, esta actividad se ha convertido en un pilar de bienestar y convivencia.