El mal manejo de las basuras se ha convertido en una de las principales preocupaciones para las autoridades de Tuluá, especialmente durante la temporada de lluvias. El Sargento Fabián Mauricio Rendón Zapata, Jefe Operativo de Bomberos Tuluá, ha alertado sobre los peligros que representan los desechos mal dispuestos, los cuales bloquean los canales de drenaje y provocan inundaciones que afectan tanto a las viviendas como a la infraestructura local.
Según Rendón, una de las principales consecuencias de esta práctica es la obstrucción de los cauces de agua, que se tapan con objetos grandes como muebles, electrodomésticos y otros residuos. “Cada vez que llueve, los desechos arrastrados por el agua taponan los canales, lo que aumenta el riesgo de desbordamientos y hace más difíciles las tareas de los equipos de emergencia”, explicó el Sargento.

Aunque las autoridades locales han realizado esfuerzos pedagógicos y campañas para sensibilizar a la comunidad sobre la importancia de disponer correctamente de la basura, el problema persiste. Para el Sargento, la responsabilidad no debe recaer solo en las autoridades o los recicladores, sino en todos los habitantes de Tuluá. “La Ley 1523 de 2012 establece que cada ciudadano tiene la obligación de contribuir a la gestión de riesgos. Esto no es una responsabilidad exclusiva de la alcaldía o de los bomberos, es un trabajo conjunto con la comunidad”, señaló Rendón.
El mal manejo de los residuos no solo representa un problema de salud pública, sino también una amenaza para la seguridad de la comunidad. Los objetos mal dispuestos en espacios públicos y cerca de cuerpos de agua no solo contaminan, sino que obstruyen los cauces y dificultan la evacuación de aguas pluviales. Esto genera un ciclo de creciente riesgo que pone en peligro a las personas y a la infraestructura del municipio.
“El cambio de mentalidad es esencial”, afirmó el Sargento. “Es necesario que cada vecino asuma su responsabilidad en la correcta disposición de residuos. Si todos tomamos conciencia, podremos reducir los riesgos y evitar que esta situación se repita con cada temporada de lluvias”.
La gestión adecuada de los residuos sólidos no es solo un acto de responsabilidad individual, sino también una medida de prevención contra las consecuencias de los desbordamientos y las inundaciones. Las autoridades hacen un llamado a la comunidad para que se comprometan con el cuidado del entorno y la seguridad de todos. Sin un esfuerzo conjunto, los riesgos seguirán aumentando, afectando la calidad de vida de los habitantes y la estabilidad del municipio.